Oswald Wynd fue criado en Japón por padres misioneros escoceses y regresó a Escocia en 1932 para ocupar un puesto de profesor en la Universidad de Edimburgo. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue comisionado en el Cuerpo de Inteligencia y fue enviado a Malasia. Capturado por los japoneses tras una semana solo en la jungla después de la caída de Singapur, pasó más de tres años en un campo de prisioneros de guerra, durante los cuales se lo mencionó en los partes de guerra por su labor como intérprete de los presos. En su último año como prisionero, empezó a escribir Fuentes de odio, una novela que le valió el Premio Doubleday en 1947. Al final de la contienda, se estableció en Escocia, donde continuó escribiendo novelas, entre ellas, El árbol del jengibre, y una serie de exitosos thrillers bajo el seudónimo de Gavin Black.