La autora de «Buda en el Ático» , en primera persona

Los secretos creativos de Julie Otsuka, autora de Buda en el ático 

Llevo años queriendo contar la historia de las mil mujeres japonesas -las llamadas "esposas de las fotografías"- que llegaron a Estados Unidos a principios del siglo veinte. A menudo me he preguntado ¿cómo sería subir a un barco y desembarcar en un país extranjero para casarse con un hombre que jamás has visto y a quien sólo conoces por una fotografía?

Durante meses busqué la voz más adecuada a través de la que contar su historia. Varias veces empecé a escribir el libro desde el punto de vista de sólo una de estas mujeres, pero el tono me parecía monótono y forzado. Me encontré con tantísimas historias interesantes durante mi investigación -historias de mujeres cuyos maridos habían enviado fotos de sí mismos tomadas veinte años antes, de mujeres que habían zarpado hacia Estados Unidos con la esperanza de una vida acomodada para acabar trabajando como campesinas y lavanderas poco después de su llegada, mujeres que huían de sus maridos y caían en los bajos fondos de la prostitución, mujeres que toda la vida habían deseado ir a Estados Unidos y que para lograr entrar en el país estaban dispuestas a casarse con cualquier hombre – y yo quería contarlas todas.

Un día, mientras releía mi cuaderno de notas para el libro, encontré, casi oculta en un párrafo un poco más abajo del principio, una frase que había escrito meses antes: "La mayoría de las que viajábamos en el barco éramos vírgenes". Entendí en ese instante que ésa sería la primera frase de mi novela. No hacía falta una única protagonista. Contaría la historia desde el punto de vista de un "nosotras" coral, de un grupo de jóvenes "esposas de las fotografías" compañeras de viaje desde Japón hasta Estados Unidos.

Con esa primera frase en mi mente, empecé a escribir sin tener ya más dudas. La novela está contada en primera persona plural, y ha sido para mí un desafío, difícil pero estimulante. Es una voz “hablada”, una voz que se lee en voz alta, y que me ha permitido hacer lo que no podría haber hecho de otro modo: contar la historia de todas las mujeres que iban ese barco.

«JULIE OTSUKA HA CREADO UNA VOZ HIPNÓTICA E IRRESISTIBLE, QUE ENGARZA SU HISTORIA CON EL PODER DE LAS LEYENDAS QUE PUEBLAN NUESTROS SUEÑOS. NOS HA ROBADO EL CORAZÓN.» 
JURADO PEN/FAULKNER